30 diciembre 2011

Razones evolutivas para sentirse mal cuando no se hace nada

Dice Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro El yo evolutivo, que la gente suele estar mejor haciendo cosas que no haciéndolas. Incluso va más allá: la gente, aunque no lo reconozca, suele estar mejor trabajando que "disfrutando" del tiempo libre. Esto se entronca en su definición de fluir. Cuando la mente tiene objetivos claro que cumplir, estos son alcanzables y reportan resultados inmediatos, se está más satisfecho. Por el contrario, cuando estamos en casa sin hacer nada, es bastante inevitable que la mente, cada vez más desordenada e incontrolable, acabe encontrando algo frustrante en lo que pensar.

Evolutivamente, eso hace que sobrevivamos como especie. Esa desazón que termina alcanzándonos cuando no estamos en flujo, nos lleva a ponernos a hacer cosas, a ver la tele, a leer, a intentar contactar con gente. Y así, incluso viendo la tele, existen más posibilidades de encontrar pareja y de tener descendencia. Más, muchas más, que si disfrutásemos estando solos sin hacer nada.

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01 septiembre 2011

Ejercicio, autoestima y depresión.

Cuenta Diamond en su libro ¿Por qué es divertido el sexo? que los hombres prehistóricos que se dedicaban a cazar, mientras las mujeres recolectaban y cuidaban de los hijos, no lo hacían para llevar comida a sus hogares.

De hecho, ni siquiera eran tan productivos como las mujeres. Al contrario que éstas, que todos los días aportaban a la unidad familiar todo lo necesario, los hombres ni conseguían cazar todos los días ni, los días que cazaban, las piezas apresadas eran las mejores. En media, al final del mes, las mujeres siempre les sacaban ventaja.

¿Para qué salían a cazar entonces, si hubieran sido más eficaces quedándose en casa y dedicándose también a la recolección? Lo hacían para alardear, cuando tenían éxito, frente a otros machos... y delante de otras hembras. Una cuestión de estatus, y de autoestima, que les reportaba una mejor posición en la tribu y sexo fuera de la pareja. Llega Diamond a estas conclusiones a partir de los trabajos de la antropóloga Kristen Hawkes, que ha basado sus teorías en el comportamiento de varias tribus modernas que todavía mantienen la caza y la recolección como medio de subsistencia.

Paralelamente, un estudio de cuatro años realizado por el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Texas en colaboración con el Instituto Cooper de Dallas (EEUU), ha encontrado que el ejercicio físico intenso en hombres ayuda al menos a la mitad de ellos a mejorar (o superar) la depresión.

"Los resultados sugieren que la adición de una rutina regular de ejercicio, en combinación con medicamentos prescritos por el médico, puede aliviar completamente los síntomas de un trastorno depresivo mayor."

Para las mujeres también funciona, pero no exactamente igual:
"El ejercicio moderado es más eficaz para las mujeres con antecedentes familiares de enfermedad mental, mientras que el ejercicio intenso es más eficaz para las mujeres cuyas familias no tienen un historial de esa enfermedad."

Enlace al artículo de El Mundo sobre ejercicio y depresión.



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26 agosto 2011

Supresión vs reevaluación

Dice Gazzaniga en ¿Qué nos hace humanos?:

"...la supresión puede disminuir la experiencia emocional de conducta positiva. Tratas de suprimir las malas emociones y no sólo no te libras de ellas, sino que tampoco sientes las buenas. Y la supresión tampoco cambia las respuestas fisiológicas. Sigues teniendo todo ese aumento de actividad cardiovascular. Sin embargo, la reevaluación puede cambiar la respuesta fisiológica; puede reducir el estrés de una situación estresante.

Si una persona se concentra en sí misma hay menos atención consciente disponible para dirigirla a otra persona.

La interacción social con personas que expresan pocas emociones positivas y no responden a pistas emocionales aumenta la actividad cardiovascular."


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